martes, 27 de junio de 2017

La Horda de Langostas



Saludos tropa, lo primero pediros disculpas por estar un par de semanas en off y es que entre el nuevo curro y sus 12 horas de 7 a 7 parece que me estoy sirviendo al mismísimo Waiqar in eternum pero eso es una historia poco interesante, lo que nos interesa es que ya están aquí ya puedes correr, ya puedes esconderte, gimotear o gritar que no valdrá para nada ya está aquí los Uthuk Y´llan.





¡Es una tierra de roca rota y de hueso, de polvo y humo asfixiante envenenado. Nada crece en las Tierras Oscuras de Ru salvo el mal, y nada más que la muerte mora allí.

Hace mucho tiempo, el Uthuk Y'llan destruyó la tierra como langostas, consumiendo todo a su paso, dejando sólo destrucción. Después de la derrota de la horda al final de la Primera Oscuridad, los Uthuk desaparecieron y su memoria se desvaneció en la leyenda. Pero en las Tierras Oscuras de Ru comienzan a agitarse de nuevo como las bandas de guerra demoníacas que emergen de la Ciudadela Negra para extender el caos y la destrucción una vez más.



Construye tus filas de enjambre con las criaturas mas retorcidas del Uthuk Y'llan mientras tengas hambre de poner a Terrinoth de rodillas.


Uthuk Berserkers

Ningun miembro de la tribu de la Uthuk Y'llan es débil después de sobrevivir al crisol de la vida en la Tierra Oscura, pero sólo los verdaderamente poderosos puede sobrevivir mucho tiempo en las primeras filas de una partida de guerra Berserker. Estos asaltantes sin miedo conforman la infantería de las hordas de Langostas. Tristemente célebres por el grito sobrenatural que desencadenan a medida que corren frenéticamente a la batalla frenética golpea con pánico  los corazones de sus enemigos. Cualquier soldado que escucha su clamor sabe que su oponente es la encarnación del mal y, mientras parecen cercanos a un humano, no tienen sentido de la compasión y no ofrecen ninguna piedad.


 En la batalla, los Berserkers son azotados en un frenesí por las brujas del Aquelarre de Sangre. Esta poderosa locura asegura una naturaleza firme y los hace muy resistentes a los efectos del miedo. El control mental del Aquelarre de Sangre también hace que los Berserkers pierdan todo sentido sobre su propia vida, ya que su única causa es destruir a sus enemigos. Como tal, cuando los Berserkers entrar en combate, pueden optar a sufrir una herida ganar Letal 1 durante ese ataque. Pero este frenesí no puede durar para siempre los  Berserkers sólo se puede utilizar esta aptitud dos veces durante un combate.



Desgarradores de carne

La caballería de los Uthuk Y'llan está lleno de desgarradores de Carne temibles. Estos demonios, convocados desde las profundidades de la propia Ynfernael, cazan a los enemigos de la horda de las langostas ya sean perros, exploradores, o saboteadores. Poderosos caciques Uthuk y hechiceros eligen estos corceles para sus batallas por su rápido movimiento y la capacidad profana de oler la sangre de los latidos de los corazones de sus enemigos. Sin embargo, los demonios son casi imposibles de controlar, incluso para sus manipuladores Uthuk. Antes de que el jugador que controla los Desgarradores de Carne revele su tablero de mando, debe realizar una maniobra de velocidad 1.


Esta implacable velocidad errática es lo que le da el poder a los demonios para acechar a los enemigos. Cuando los desgarradores de Carne estan en combate, los incrementos son el mayor activo de la criatura. Después de tirar un dado rojo y dos dados azules, que tienen la capacidad de causar daño a su enemigo igual a cada icono de incremento conseguido. Los demonios desgarran la carne del hueso antes de que los defensores puedan contrarrestar o incluso intentar protegerse a sí mismos.

Incluso los Uthuk Y'llan temen a estas criaturas y las mantienen enjauladas y guardadas cuando no se usan en la batalla. Los devoradores de carne se engendran rápidamente desde el Ynfernael y un jugador puede tener hasta nueve bandejas de estas bestias por el campo de batalla en un momento dado.


Ravos  el Hambriento

Uno de los más venerados de las filas de los Uthuk Y'llan es su poderoso e imponente héroe, Ravos el hambriento. El brutal Ravos encarna el ideal de los Langostas con su sed de sangre eterna mientras consume todo a su paso. El soldado perfecto, Ravos el hambriento tiene tres palabras clave: Brutal 1, preciso 1, y firmeza [miedo 2].


Sin embargo, eso no es el final de su salvajismo. No hay escape de la hoja curvada  del comandante del temor que extiende su rango de ataque. Durante un combate, Ravos el  puede gastar un incremento para infligir una herida a cada enemigo dentro del rango de uno. Además, a pesar de su elevado rango, Ravos el hambriento es tan imprudente como cualquier Berserker. Antes de la fase final, el jugador que controla a Ravos debe elegir una unidad en el rango uno para que sufra una herida. Este ataque no discrimina entre los bandos, y puede afectar a las unidades enemigas o ha miembros del ejército Uthuk Y'llan.

Ravos el Hambriento es uno de los seres más terribles que jamás se ha involucrado en los campos de batalla de Terrinoth. Simplemente la presencia del demoníaco comandante Langosta es suficiente para agitar el valor de incluso del soldado más valiente. Para representar esto, la habilidad del Ynfernael de Ravos el hambriento coloca un token de pánico a cada enemigo después de la colocación de las unidades. Un jugador al mando de la Uthuk Y'llan puede dañar a su enemigo, incluso antes de que comience la batalla!

El sanguinario tablero de órdenes de Ravos el hambriento lleva dos iconos de ataque cuerpo a cuerpo que le permiten atacar más temprano o tarde en la ronda. Un jugador le puede utilizar para un ataque frontal y debilitar a su enemigo, o esperar hasta que el enjambre demoníaco  ha debilitado a los defensores del reino y usar a  Ravos para asestar un devastador golpe final. Ravos pueden entrar en combate, ya sea directo o también utilizar el miedo como arma de elección para infligir no uno, sino dos tokens de pánico a un enemigo. Entonces, el comandante puede optar por dejar a sus enemigos a los Spined Threshers que provocan  en el temor en sus enemigos.




Spined Threshers

Spined Threshers ejército demoníaco de los Uthuk no estaría completo sin las bestias monstruosas conocidas como los Spined Threshers. En las antiguas leyendas, estas criaturas fueron convocadas al reino mortal por el río de sangre que surgía de la estela de los Langostas. Estos demonios parecidos a cangrejos pueden desgarrar carne, armaduras, y la piedra fortificada con sus garras monstruosas y atemorizan a todos los que contemplan su forma retorcida. Una vez que se ha activado un Thresher Spine, cada enemigo que no lleve un token de pánico dentro del rango 1 recibe 1 token de pánico igual al número de runas inestables en el campo de batalla.


En la batalla, un Thressher Spined es el miedo y el caos encarnado. El pánico de sus enemigos aumenta su habilidad de combate, que indica que si el defensor tiene un token de pánico, el jugador que controla los Threshers puede volver a lanzar un dado. Esto aumenta las probabilidades de un Thressher Spined desgarre a todo lo que este contra él y haciendo de los demasiado valientes u obstinados para huir su comida. Con cinco heridas y dos de defensa, los Threesherers Spined son demasiado resistentes para cualquier cosa menos para un despliegue militar completo para tener la esperanza de detenerlos.

Por supuesto, Spined Threshers son difíciles de convocar para las brujas de aquelarre de Sangre. Cada bestia tiene un coste de dieciocho, lo que lo convierte en una de las unidades de mayor coste en el juego. Sin embargo, los comandantes inteligentes encontrarán rápidamente que estos monstruos valen bien su precio por cuánto caos pueden sembrar en el campo de batalla. Incluso con una Thressher Spined y un ejército de caos bien compuesto, la Horda de langostas puede llegar a ser imparable Invadiendo el Reino.

Pues hasta aquí la noticia de ahí los disfrutaremos o los sufriremos en nuestras carnes a finales de año entre octubre a diciembre, me han parecido muy brutos sobre todo los combos pánico golpes y vosotros que opináis y como siempre nos vemos en el campo de batalla.

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